LO JUZGAN POR ULTRAJE A UNA PACIENTE DE 7 AñOS Y MEDIO. En Neuquén, empezó ayer el juicio por “abuso sexual gravemente ultrajante” contra un odontólogo de un barrio popular. Una nena a la que atendía contó los abusos a una amiga y ésta a su madre. Con la difusión del caso, otras pacientes se presentaron a testimoniar.
Publicado en Página/12. "Sociedad".
14.05.2013
Un odontólogo de la ciudad de Neuquén comenzó ayer a ser juzgado por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante” cometido presuntamente contra una de sus pacientes, una niña de 7 años y medio, a lo largo de más de un año, mientras le realizaba un tratamiento de ortodoncia. El dentista acusado se llama David Narváez. Tiene su consultorio en un barrio popular de la capital provincial, donde atiende a los grupos familiares que no tienen obra social, por cuotas mensuales relativamente bajas. Mañana está previsto que declare una joven de 20 años que también contó que fue víctima del mismo odontólogo en el mismo consultorio, una década atrás, pero que nunca llegó a denunciar el hecho y a partir de este caso se acercó a la Justicia para dar su testimonio.
“Ella nos decía que no quería ir al dentista. Pero yo la llevaba igual. Como yo también le tengo miedo al torno y a las agujas, pensé que era eso. Y además la atendía gratis. Uno cuida a los hijos de las personas que no conoce. ¿Cómo iba a esperar algo así de un profesional? Fue muy shockeante cuando nos enteramos”, recordó compungida Graciela Marín, la mamá de la niña. “A nosotros no nos contaba nada porque le daba vergüenza”, se lamentó. La mamá, el papá y los tres hermanos de la nena se atendían hacía años con el odontólogo. La familia se enteró del abuso, presuntamente cometido en 2010, en noviembre de 2011, porque la nena dijo algo a una amiga del barrio y ella se lo comentó a su mamá, quien a su vez habló con la madre de la víctima. Inmediatamente se hizo la denuncia.
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“Ella nos decía que no quería ir al dentista. Pero yo la llevaba igual. Como yo también le tengo miedo al torno y a las agujas, pensé que era eso. Y además la atendía gratis. Uno cuida a los hijos de las personas que no conoce. ¿Cómo iba a esperar algo así de un profesional? Fue muy shockeante cuando nos enteramos”, recordó compungida Graciela Marín, la mamá de la niña. “A nosotros no nos contaba nada porque le daba vergüenza”, se lamentó. La mamá, el papá y los tres hermanos de la nena se atendían hacía años con el odontólogo. La familia se enteró del abuso, presuntamente cometido en 2010, en noviembre de 2011, porque la nena dijo algo a una amiga del barrio y ella se lo comentó a su mamá, quien a su vez habló con la madre de la víctima. Inmediatamente se hizo la denuncia.
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