EL TESTIMONIO DE JOSE GAMBARELLA EN EL JUICIO POR LA MASACRE DE CAPILLA DEL ROSARIO. Gambarella estaba cumpliendo el servicio militar en 1974, cuando presenció el asesinato de militantes del ERP en Catamarca. “Vi caer al primer joven que salió con las manos en alto y a una queriéndose cubrir la cara, y vi caer a cuatro más”, contó.
Publicado en Página/12. "El País".
24.06.2013
En 1974 José Gambarella hacía el servicio militar en Catamarca. Ahora declaró como testigo en la causa por la masacre de Capilla del Rosario, que investiga el fusilamiento de un grupo del ERP de agosto de 1974. La querella comparó su testimonio con el del “fusilado que vive” de José León Suárez –recogido por Rodolfo Walsh en Operación Masacre– o los sobrevivientes de la Masacre de Trelew. “Vi caer al primer joven que salió con las manos en alto y a una queriéndose cubrir la cara y vi caer a cuatro más. Ahí –soy sincero–, me hice para atrás, no quise seguir mirando, me alejé unos metros”, explicó. “Lo que me sorprendió es que yo estaba prestando servicios, era un soldado, y a nosotros nos enseñaban que ante un paracaidista había que esperar que llegue a tierra para matarlo en caso de guerra; si lo mataban en el aire era un fusilamiento. En caso de guerra, había que tomarlos prisioneros, todo eso me vino a la cabeza, porque si se rindieron, ¿por qué los matamos?, ¿por qué no los tomamos prisioneros?”
José Gambarella estuvo sentado por un hora en la sala del juicio en Catamarca. La causa fue compleja durante la instrucción porque los fusilamientos se produjeron antes del golpe de Estado. Pese a que ya había pasado Trelew, la lógica judicial pedía que las pruebas demuestren que éste no era un hecho aislado sino parte del plan de aniquilamiento estatal y, por lo tanto, un crimen de lesa humanidad, imprescriptible. Esto es otro de los ejes que intenta probar este juicio: además de los fusilamientos, el contexto. En ese sentido, el testimonio de Gambarella también fue importante porque su relato, estremecedor, incluyó el momento en el que él mismo empieza a ser perseguido por aquel acto de humanidad.
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José Gambarella estuvo sentado por un hora en la sala del juicio en Catamarca. La causa fue compleja durante la instrucción porque los fusilamientos se produjeron antes del golpe de Estado. Pese a que ya había pasado Trelew, la lógica judicial pedía que las pruebas demuestren que éste no era un hecho aislado sino parte del plan de aniquilamiento estatal y, por lo tanto, un crimen de lesa humanidad, imprescriptible. Esto es otro de los ejes que intenta probar este juicio: además de los fusilamientos, el contexto. En ese sentido, el testimonio de Gambarella también fue importante porque su relato, estremecedor, incluyó el momento en el que él mismo empieza a ser perseguido por aquel acto de humanidad.
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