Publicado en Página/12. "Contratapa"
Miércoles, 17 de octubre de 2012.
Por Eva Giberti
Coordinadora del Programa "Las Víctimas Contra Las Violencias"
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación
Según el mito bíblico, en el Paraíso original no había niños ni adolescentes.
Según las iconografías de diversas épocas, Adán y Eva aparecen dibujados y pintados como adultos. Por otra parte así lo dice el texto: fueron creados como hombre y mujer, ya crecidos. No había jóvenes en el Edén.
Si Adán y Eva lo hubiesen sido, después de la maldición bíblica y de la expulsión del Paraíso –primer antecedente de violencia familiar, un Padre que expulsa a sus hijos–, en lugar de irse los dos, sumisos y resignados, hubieran tomado el Edén.
Probablemente Yahveh (nombre bíblico con el que se menciona a aquel Dios Creador) se palpitó que algo así podría suceder, porque mandó a uno de sus arcángeles a custodiar las puertas de ese Paraíso, blandiendo una espada flamígera. Por si se les ocurría regresar.
Ya habían desobedecido una vez y merecieron la maldición, que con nula sensibilidad ecológica también recayó sobre la serpiente, animal sagrado para todas las culturas míticas de los tiempos pretéritos.
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