El pseudo pastor Jesús Olivera
es trasladado al lugar de detención en Bahía Blanca
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POR PRIMERA VEZ, LA MUJER SECUESTRADA EN CORONEL SUAREZ DIO DETALLES DE SU CAUTIVERIO. Sonia Molina dijo que le echaban aerosol en los ojos, insecticida o desodorante de ambientes. También que le aplicaban codazos en los oídos. La fiscal titular del caso analiza el expediente. Aguarda que la víctima esté bien para tomarle declaración.
Publicado en Página/12. "Sociedad".
23 de Noviembre de 2012.
Por primera vez desde que realizó la denuncia por secuestro y violación, hace diez días, Sonia Marisol Molina habló sobre los tres meses de cautiverio en la casa de la periodista Estefanía Heit y su esposo, el pseudo pastor Jesús Olivera. “Me echaban aerosoles”, dijo la mujer de 33 años, internada en el Hospital de Coronel Suárez, y aseguró que también le aplicaron insecticida en los ojos: “Para que no viera, qué sé yo, ya a lo último no sé si era para que no viera o porque se les ocurría o para joderme la existencia nada más”. Molina aún no declaró ante la fiscalía a cargo de María Marta Corrado, quien explicó que aguarda a que los psicólogos que la atienden “informen si esta joven está en condiciones de declarar”.
“Por ahí lo que me está molestando ahora es la vista, no sé si de los mismos golpes”, contó Molina sobre su estado de salud durante una entrevista realizada en la habitación del hospital y publicada en el portal La Brújula 24, de Bahía Blanca. Luego relató que sufre molestias en un oído: “Siento un zumbidito. Me golpeaban con los codos. Inclusive tengo inflamación en esta oreja, está todo inflamado”. Al ser consultada sobre sus planes a futuro, la mujer señaló: “Cuando salga de acá, me voy a mi pueblo (Río Colorado, en la provincia de Río Negro)”.
El último parte médico, difundido ayer, informó que la paciente “continúa estable y se realizan estudios complementarios porque refiere subjetivamente por momentos falta de aire, que se corresponde con su hemoglobina de 10.4, su amenorrea (interrupción de la menstruación) y la falta de descarga física”. Según revelaron los investigadores, la mujer había denunciado que la pareja la obligaba a beber alcohol, psicofármacos y aspirar solventes, antes de ser abusada sexualmente. Ayer, Molina confirmó también que perdió más de 20 kilos durante su cautiverio.
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