ENTREVISTA AL FISCAL FEDERAL DE MAR DEL PLATA DANIEL ADLER, SOBRE TRATA Y TRAFICO DE DROGAS. El fiscal general federal marplatense es uno de los puntales en la lucha contra la trata en Mar del Plata. Sostiene que tanto en la trata como en el tráfico de drogas, para no atacar al más vulnerable, se debe seguir la ruta del dinero.
Publicado en Página/12. "Sociedad".
28.01.2013
El fiscal general federal de Mar del Plata no está de acuerdo en bajar la persiana en plena temporada, como es habitual en enero por la feria judicial. “Hace años que lo vengo sosteniendo. Tenemos que tomar la feria en otro momento, porque en verano se duplica la cantidad de causas”, dice Daniel Adler, 49 años, en una mesa del restó Piazza, en el complejo La Normandina en Playa Grande. Luego aclara que las causas que él investiga –tráfico y distribución de drogas a gran escala y trata de personas para explotación laboral o sexual– precisan por parte de los delincuentes de una logística y preparación previas a la temporada. Como sea, Adler no se fue de vacaciones. Y se nota cuando atiende a sus colegas y después reconoce que pese a la feria judicial él trabaja porque le gusta.
El panorama criminal mejoró en Mar del Plata en los últimos años, dice Adler, en parte por la sanción de algunas leyes, como la primera en favor de la lucha contra la trata, que las fiscalías a su cargo implementaron exitosamente. Pero hay deudas pendientes respecto de los usuarios de drogas ilegales, que están bajo la órbita de la Justicia provincial desde que se desfederalizaron los delitos menores, dejando al fuero federal los casos de tráfico internacional o venta a gran escala. “No tenemos personas detenidas por consumir, pero se los judicializa, y eso deberíamos evitarlo”, advierte.
Sobre el proyecto de prohibir prostíbulos, whiskerías y cabarets, presentado en la Legislatura bonaerense la semana pasada, este fiscal considera que en muchos municipios funcionó bien y que particularmente en Mar del Plata ya no se publicitan en los medios estos lugares y tampoco están a la vista porque están prohibidos por una ordenanza local. Los taxistas lo confirman: hay pocos prostíbulos, se mudan constantemente y operan con muchísima discreción. En cambio, sí hay oferta en “privados”, manejados mayormente por las propias mujeres, amparadas en el modelo legal, aclara Adler.
El panorama criminal mejoró en Mar del Plata en los últimos años, dice Adler, en parte por la sanción de algunas leyes, como la primera en favor de la lucha contra la trata, que las fiscalías a su cargo implementaron exitosamente. Pero hay deudas pendientes respecto de los usuarios de drogas ilegales, que están bajo la órbita de la Justicia provincial desde que se desfederalizaron los delitos menores, dejando al fuero federal los casos de tráfico internacional o venta a gran escala. “No tenemos personas detenidas por consumir, pero se los judicializa, y eso deberíamos evitarlo”, advierte.
Sobre el proyecto de prohibir prostíbulos, whiskerías y cabarets, presentado en la Legislatura bonaerense la semana pasada, este fiscal considera que en muchos municipios funcionó bien y que particularmente en Mar del Plata ya no se publicitan en los medios estos lugares y tampoco están a la vista porque están prohibidos por una ordenanza local. Los taxistas lo confirman: hay pocos prostíbulos, se mudan constantemente y operan con muchísima discreción. En cambio, sí hay oferta en “privados”, manejados mayormente por las propias mujeres, amparadas en el modelo legal, aclara Adler.
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