En adelante, se trata de “una batalla cultural” para la cual hay consenso social, porque “la opinión pública claramente no va a estar a favor de defender el Rubro 59, sabiendo que está vinculado a las redes de explotación sexual”, dijo la abogada Perla Prigoshin, responsable de la Comisión Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género. Es un signo más del momento de grandes debates que se está dando la sociedad argentina, continuó.
“La sociedad está debatiendo, y tiene que debatir, estos temas. Es igual que ante el aborto: la sociedad lo debate, la mayoría está de acuerdo en despenalizar, lo dicen las encuestas”, pero sin embargo pequeños espacios de lobby “salen a sostener otra cosa que no es real ni está en la opinión pública. Pero la sociedad no va a acompañar una defensa” de esos avisos.
La decisión en torno de los espacios publicitarios de la prostitución en los medios de comunicación, cree Prigoshin, esperó porque tomarla implicaba desafiar intereses poderosos. “Un millón de razones, porque un millón de pesos por mes es lo que dejan estos anuncios en grandes medios nacionales que lucran con ellos aunque después publiquen artículos denunciando la trata.”
La decisión en torno de los espacios publicitarios de la prostitución en los medios de comunicación, cree Prigoshin, esperó porque tomarla implicaba desafiar intereses poderosos. “Un millón de razones, porque un millón de pesos por mes es lo que dejan estos anuncios en grandes medios nacionales que lucran con ellos aunque después publiquen artículos denunciando la trata.”
“Enfrentar eso es una decisión que requirió valentía. Durante muchos años los políticos varones no tuvieron lo que había que tener para definir esto. Ahora vino una mujer que lo hizo.”
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