El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con la coordinación de la Dra. Eva Giberti, tiene como finalidad principal poner en conocimiento de la víctimas cuáles son sus derechos para exigirle al Estado el respeto de los mismos y la sanción de las personas violentas que la hayan agredido. De este modo, se busca que la víctima supere su pasividad y reclame por sus derechos.

martes, 31 de agosto de 2010

"Las Interminables Violencias Contra Las Mujeres: Las Antiguas, Las Actuales, Las de Siempre"

Conferencia de Apertura a cargo de la Dra. Eva Giberti en el I Congreso Internacional sobre Violencia hacia la Mujer y II Congreso Internacional sobre Delitos contra la Integridad Sexual. - Cdad. de Córdoba. 19, 20 y 21 de Agosto de 2010 -

http://rednosotrasenelmundo.org/spip.php?article1624

lunes, 30 de agosto de 2010

La Justicia y los medios reproducen violencia

Publicado en El Diario del centro del País (Prov. de Córdoba).
"Noticias Locales"
Viernes 20 de Agosto de 2010.

Congreso Internacional organizado por el Consejo Provincial de la Mujer. Desde ayer y hasta el sábado se lleva a cabo en Córdoba capital el Congreso Internacional sobre Violencia hacia la Mujer. En la primera conferencia, Eva Giberti habló de la violencia simbólica, que hace ver como natural a la violencia física. La vicerectora de la UNVM coordinó uno de los paneles
Por Patricia Gatti.

De nuestra enviada.- En el Congreso sobre violencia de género hay un lenguaje compartido, diferente al de la mayoría de los medios o al que se reproduce en la calle. Es costumbre en esos ámbitos no excluir a las mujeres en el discurso. Es decir, no saludan “a todos”, sino a “todos y todas”.

No importa que el disertante sea de Venezuela, Ecuador o Chile, “ellos y ellas” tienen en cuenta ese detalle, que al fin de cuentas, puede ser más que eso, un detalle, pero en una de las conferencias del Congreso, la doctora Eva Giberti habló de las formas sutiles con las que la sociedad naturaliza la violencia contra las mujeres, como por ejemplo, excluirlas del lenguaje.

“Es muy común entre jueces y fiscales de Buenos Aires, donde nosotros trabajamos, que un caso de violencia doméstica sea caratulado como lesiones leves”, indicó la doctora en Psicología.

Esa carátula no corresponde a lo que realmente sucede, porque lesiones leves pueden ser consecuencia de una pelea callejera o de un choque, por ejemplo.

Lo que realmente sucede -y está contemplado en la legislación argentina-, es que ese expediente mal caratulado señala que el lugar más seguro para las víctimas, mujeres o niños, no es precisamente la casa. Y que además hay un agresor dentro de esas paredes en las que alguna vez proyectaron un hogar.

También dio como ejemplo otras formas de violencia simbólica, que se dan cuando ante una violación, los jueces tipifican el hecho como “abuso deshonesto”, cuando claramente deben decir “abuso sexual, ataque contra la dignidad de las personas”. “Es como si la honestidad de las mujeres estuviera entre las piernas”, agregó.

“Estas son las formas de violencia simbólica que no se ven, pero que pretenden justificar la violencia física y psicológica”, dijo.

Otra manera de reproducir la violencia es generando un discurso social que las mujeres escuchan desde niñas y que habla de su inferioridad.

“Cuando no pudieron decirnos más que no éramos inteligentes, nos calificaron de histéricas. Y les puedo asegurar que aunque la palabra venga de útero, hay muchos más hombres histéricos que mujeres”, afirmó en la conferencia seguida por un auditorio que quedó chico para la cantidad de inscriptos en el Congreso.

“Esa construcción de la identidad influye en las mujeres. Lo vemos a diario, en las víctimas, que en lugar de sentir furia, sienten vergüenza”, como si de una u otra manera creyeran que son culpables, explicó la doctora en Psicología y coordinadora de un programa sobre víctimas, del Ministerio de Justicia de la Nación.

Además del lenguaje y de la Justicia, hay otro espacio en el que se reproducen situaciones violentas: los medios de comunicación.

En ese punto, Giberti se excusó de ahondar demasiado porque “a diario se puede ver en el programa de Tinelli un espacio denigrante basado en convenciones que se sostienen por la colonización intelectual”.

Como síntesis, Giberti dijo que lo que plantean las mujeres es la búsqueda de igualdad de oportunidades. “Nosotros no nos quejamos, reclamamos. Exigimos”, remarcó.

Dijo además que su discurso no se funda en una batalla contra los hombres, sino en la convocatoria a hacer lo que invita “el final de la ópera Traviata, de Verdi: gocemos juntos”.

Temario completo:
La primera jornada tuvo conferencias y paneles para todos los gustos, con destacados profesionales que vienen trabajando contra la trata de personas, contra la violencia de género y por el derecho laboral igualitario.
Villa María estuvo presente a través de la vicerectora de la Universidad Nacional de Villa María, Cecilia Conci, quien coordinó el panel sobre “Evolución de los derechos de las mujeres”. Conci es presidenta de la Comisión de Educación del Consejo Provincial de la Mujer, organizadora del I Congreso Internacional sobre Violencia hacia la Mujer y el II Congreso Internacional sobre Delitos contra la Integridad Sexual.

Programa para hoy:
La actividad de hoy comenzará a las 9, con un panel sobre “políticas públicas para la equidad de género”, donde participará Alejandra Vigo y referentes de otras provincias en acciones de inclusión de género. También están previstos paneles sobre trata de personas, delitos contra la integridad sexual y mujer y derechos humanos. También habrá conferencias como la de los especialistas chilenos Elías Escaff Silva y María Isabel Salinas Chaud, la venezolana María Josefa Ferrer y la ecuatoriana Guadalupe León.

Eva Giberti: "Hay jueces que tienen prejuicios que inferiorizan a la mujer"

Publicado en Comercio y Justicia (Prov. de Córdoba).
"Destacado Profesionales"
Viernes 20 de Agosto de 2010.

La coordinadora del programa nacional de atención a la víctima apuntó a la formación. “Hay jueces que salen de la facultad de Derecho con el patriarcado incrustado en la cabeza”, dijo.

Mientras crecen la violencia doméstica y el número de mujeres que se animan a denunciar los distintos tipos de violencia que sufren, como los delitos contra la integridad sexual, hay una dificultad que preocupa -y mucho- a los operadores que a diario ayudan a las víctimas: la falta de formación de jueces y fiscales en materia de derechos humanos de la mujer. En este sentido, Eva Giberti, reconocida psicóloga, asistente social y coordinadora del programa de asistencia a mujeres víctimas de violencia del Ministerio de Justicia de la Nación, pidió que los jueces “estudien” y advirtió que -salvo excepciones- “salen de la facultad de Derecho con el patriarcado incrustado en la cabeza, tan convencidos de que son superiores, inclusive mujeres que se sienten más cerca de los hombres que de ser mujer, sin ninguna solidaridad de género”.

Así lo señaló en Córdoba la autora de numerosos libros vinculados con temas de Género y Derechos Humanos, tras su disertación en la apertura del Primer Congreso Internacional sobre violencia contra la mujer, que continúa hoy y mañana en la Facultad de Derecho (UNC), organizado por el Consejo Provincial de la Mujer.

Al destacar la necesidad de incluir los derechos humanos de las mujeres en los contenidos curriculares de la carrera abogadil, Giberti precisó: “Hay que enseñarles a los jueces qué es el prejuicio, qué es el estereotipo”.

Asimismo, agregó: “Eso no se les enseña desde que son estudiantes y me consta porque he sido docente por décadas en los posgrados de la facultad de Derecho y los alumnos con los que me encuentro es gente que viene convencida de determinados prejuicios que inferiorizan a la mujer”, dijo en alusión a actuales magistrados y fiscales en ejercicio.

Consultada sobre qué hacer hoy con aquellos funcionarios judiciales que tienen en sus manos investigar y fallar frente a abusos sexuales o maltratos de todo tipo, la especialista fue contundente: “Con los que ya están, dar pelea. Nosotras no retrocedemos, denunciamos, les planteamos cosas, los molestamos, no nos quieren mucho, pero no estamos buscando que nos quieran sino que enriquezcan su pensamiento ocupándose de lo que hoy en día significa la defensa de los derechos humanos de las mujeres, y no los defienden si no estudian”, dijo Giberti.

Padre golpeador, hijo golpeador
Otro de los puntos a los que se refirió con preocupación es la escalada de violencia de los últimos tiempos. “Lo grave es que hay una tendencia a que se incremente la violencia doméstica, no solamente por el padre golpeador, sino los hijos varones golpeadores, un tema que implica el aprendizaje de la violencia, la falta de poder usar el lenguaje para entenderse o desentenderse, entonces la pelea tiene que hacerse a partir de la fuerza bruta”, describió. “Como en general la musculatura masculina es más desarrollada, la violencia termina lastimando y matando a las mujeres, lo que ha aumentado la violencia domestica y los femicidios, es decir mujeres muertas por sus compañeros, ex maridos y aun por sus novios”, alertó.

Finalmente, concluyó con una expresión fruto de una trayectoria no solo académica sino en terreno, acompañando a mujeres golpeadas: “Tengo la impresión de que no se les está dando a la vida y al placer de la vida el valor necesario. Es como si nos faltara esperanza en la posibilidad de vivir bien, de poder salir adelante de las dificultades luchando, pero sin llegar a la exacerbación de tener que destruir al otro para sentirse agrandado”.

Congreso
- Hoy y mañana continúa el Primer Congreso Internacional sobre violencia hacia la mujer.- Hoy habrá paneles con disertantes nacionales e internacionales sobre Delitos contra la integridad sexual; Respuestas jurídicas y policiales en la lucha contra la trata de personas; La respuesta social y judicial a delitos de género y Políticas públicas, entre otros.- Lugar: Sala Auditorium Facultad de Derecho UNC, en Caseros 50.

NiNa

Basada en hechos reales, la película "NiNa" se sitúa en una colonia de Oberá (Provincia de Misiones, Argentina).

Allí vive Nina, una joven de 16 años, quien trabaja en la chacra y en el pueblo para ayudar a su familia, lo cual le impide ir a la escuela. Un buen día, es seducida a viajar a la Capital Federal con una buena oferta de trabajo como niñera, buen sueldo y la posibilidad de estudiar. El sueño lo comparte con Lourdes, su prima paraguaya proveniente de un barrio marginal de la Ciudad de Encarnación, quien recibe una oferta similar.

Ambas muchachas son víctimas inocentes de una pareja que se encarga de captar jóvenes humildes para ser explotadas sexualmente.

"NiNa" es una ficción documental de 50 minutos de duración. El film aborda la temática del reclutamiento, tráfico y trata de niñas y adolescentes con fines de explotación sexual. La historia transcurre en la provincia de Misiones, y en la frontera Posadas-Encarnación, considerados uno de los focos más importantes de reclutamiento de menores en nuestro país.

El mediometraje está principalmente dirigido a niños, adolescentes, padres y maestros de la región del Nordeste Argentino y de la República del Paraguay. Como así también se pretende que su difusión se extienda a lo largo y lo ancho de nuestro país, países limítrofes, Latinoamérica y el resto del mundo.

El film está formando parte de un programa de educación y sensibilización sobre esta problemática en las escuelas secundarias, como también en campañas y capacitaciones llevadas adelante por instituciones y organizaciones de derechos humanos.

Esta producción de Alerta Cine contó con el apoyo de varias instituciones, entre ellas el Programa Las Víctimas Contra Las Violencias del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.

Dirección y Producción Ejecutiva : Sofia Vaccaro
www.ninafilm.com.ar

El Neomachismo (*)

Por Amparo Rubiales.
Profesora de Universidad, abogada y Consejera de Estado.
Publicado en El País (España). "Tribuna".
Viernes 15 de Enero de 2010.

Nunca pensamos que cuando nuestra democracia se fundamentó, entre otros principios, en la libertad y la igualdad, nos iba a ser más difícil hacer a esta última efectiva y, sin embargo, el miedo a la libertad del que escribió Erich Frömm no era nada comparado con el miedo a la igualdad, más generalizado y resistente.

Los que defendían "los valores" de la sociedad patriarcal, aunque lo razonaran de muy diversas maneras, eran calificados de machistas. Empezaron a estar mal considerados y fueron disminuyendo "de boquilla" los que así se denominaban; pero cuando la igualdad se va haciendo más plena comienzan a formular nuevos argumentos que, supuestamente, no la cuestionan, pero sí su forma de ejercicio, con ideas que, en ocasiones, llegan a parecer incluso "razonables". Parecen distintas de las de siempre aunque, en el fondo, desean lo mismo: la subordinación de las mujeres.

Miguel Lorente, en su libro denominado Los nuevos hombres nuevos. Los miedos de siempre en tiempo de igualdad, sostiene que el género masculino ha urdido nuevas tramas para defender su posición de poder, y éstas se basan en los supuestos problemas que la incorporación de la mujer a la vida activa ha tenido, sobre todo, en el ámbito de las relaciones familiares. A esta nueva estrategia la denomina posmachismo, por haber nacido, dice, en el contexto de la posmodernidad, y por haber mantenido desde su aparición una cierta distancia respecto a las posiciones clásicas del machismo o del patriarcado.

Sin embargo, y aunque me parece absolutamente correcto todo lo que argumenta, creo que es mejor denominar a esta nueva forma de pensamiento como neomachista, porque, cada día más, se está transformando en una nueva ideología que se va extendiendo y que se caracteriza, precisamente, por tener miedo a la igualdad. Es una nueva manera de sostener las posiciones machistas de siempre, pero con nuevos discursos y nuevos contenidos. Nadie se llama hoy abiertamente, por ejemplo, fascista, pero es evidente que hay una nueva manera de serlo, y a éstos se les denomina neofascistas.

Los neomachistas equiparan el feminismo con el machismo, tratando de crear confusión en algo que no puede tenerlo, porque pretenden cosas opuestas: éste la primacía del varón y aquél la igualdad entre mujeres y hombres. La diferencia es tan grande que no merecería la pena ni explicitarla, a no ser porque el neomachismo intenta confundir, para poder mantener mejor sus nuevas posiciones, encaminadas, como siempre, a cuestionar los derechos de las mujeres, su autonomía y la independencia ganada. No cuestionan, dicen, la igualdad, pero sí las consecuencias de su ejercicio; están en contra de la violencia de género pero manifiestan con reiteración, por ejemplo, que hay demasiados casos de denuncias falsas, sin añadir que, si así fuera, se estaría cometiendo un delito que hay que denunciar, como en cualquier otro caso.

Hay algún juez que da miedo por las cosas que dice -no quiero ni nombrarlo porque es lo que le gustaría-, pero existen, desgraciadamente, demasiados -también alguna mujer- teóricos del neomachismo que surgen diariamente y que tenemos que desenmascarar como hicimos con los machistas.

Consideran la igualdad como una amenaza, pero no para ellos sino para las relaciones sociales, y lo exacerban en lo más extremo: la violencia de género. El feminismo siempre ha sido ridiculizado y hoy, con nuevas formas, lo vuelve a ser con fuerza. Así, hablan de revancha de género, de feminismo resentido, dogmático o radical, sin más intención que la de volver a "demonizarlo".

Son manifestaciones de ese miedo a la igualdad que los neomachistas tratan de extender de diversas maneras: sacralizan, por ejemplo, la lactancia materna, culpabilizando a las madres que no pueden practicarla; hacen responsables a las mujeres de los problemas de los menores, con la teoría del "nido vacío"; y del aborto ni hablemos, parece que es un capricho de algunas. Ninguno de ellos dice que está en contra de la igualdad sino que, por el contrario, afirman que somos las mujeres las que estamos haciendo una sociedad con graves problemas de convivencia como consecuencia directa de nuestra necesidad de ser libres e iguales. Nunca entendieron que sin igualdad la libertad no existe, y que aquélla o es real o no es igualdad, y la democracia las exige ambas.

Las mujeres siempre hemos tenido que alcanzar cosas con las que los hombres ya nacían; nos relegaron al mundo privado y hemos ido conquistando -con muchos años y esfuerzo- parcelas de lo público, pero llevando siempre a cuestas la vida privada. Los hombres, que tenían destinado como propio el mundo público, lo han mantenido, y su incorporación al otro mundo lo está siendo en mucha menor medida, de ahí las resistencias a la igualdad que perviven -pese a lo mucho que hemos avanzado- sobre todo en los países desarrollados, porque en otros muchos todavía siguen con el burka, símbolo de la mayor de las discriminaciones que padecen las mujeres.
Tenemos que acabar con todos los burkas del mundo, sabiendo hacer frente con la misma contundencia a los viejos argumentos y a éstos más sutiles del neo-machismo.

(*) Esta nota fue enviada por el Prof. Alejandro Inchaurregui.
El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias agradece su colaboración.

martes, 10 de agosto de 2010

La violencia de género siempre es anunciada

Por Carlos Rodríguez
Publicado en Página 12. "Sociedad".
Martes 03 de Agosto de 2010.

Un hombre que ya estaba condenado por amenazar a su ex esposa, ayer la ataco a balazos. El ataque fue premeditado, en la puerta de la escuela adonde la mujer había dejado a las hijas de ambos. La víctima recibió dos balazos, pero está fuera de peligro. El hombre había sido condenado a un año de prisión en suspenso.

Un hombre de 50 años, que había sido condenado a un año de prisión “en suspenso” –sin aplicación efectiva– por amenazar a su ex esposa, de la que estaba separado de hecho, ayer concretó el ataque que había anunciado y la mujer, sobre la que disparó en tres oportunidades, resultó herida de gravedad y se encuentra internada, aunque fuera de peligro. El agresor, llamado Javier Claudio Weber, “actuó con premeditación, ya que esperó a la víctima en la puerta del colegio, a donde ella había ido a llevar a las dos hijas del matrimonio. Sin mediar palabra, le hizo tres disparos, dos de los cuales la hirieron”, precisó una fuente policial consultada por Página/12. Weber había llegado a la puerta de la escuela, en el barrio de Palermo, torpemente camuflado para evitar ser reconocido: llevaba peluca, una boina, anteojos oscuros, un sobretodo cuyas solapas le cubrían parte del rostro y un bastón, aunque no tendría ninguna dificultad para caminar. Su ex mujer, Carina Nidia Fernández, de 46 años, aunque estaba herida, no perdió el conocimiento y lo identificó de inmediato, lo que posibilitó que horas después fuera detenido por la policía.

La agresión, calificada como “intento de homicidio”, se suma a una estadística que indica que, en lo que va del año, se produjeron en el país 126 femicidios y 80 casos de mujeres heridas de gravedad, lo que marca un crecimiento del 40 por ciento respecto de igual período de 2009, según datos del Observatorio de Femicidios que cordina la ONG La Casa del Encuentro. La detención de Weber se concretó ayer por la tarde en una vivienda de Baldomero Fernández Moreno al 3500, del barrio de Flores, donde vivía el hombre. En esa casa había convivido la pareja, hasta que la mujer se fue y terminó la relación, debido al maltrato y a las amenazas recibidas de parte del que era entonces su marido.

Voceros del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, ante una consulta de este diario, precisaron que el 16 de julio pasado Weber había sido condenado a un año de prisión en suspenso, por las amenazas que le hacía prácticamente a diario a su ex esposa. La pena fue aplicada por la jueza contravencional porteña Gabriela Zangaro, quien no accedió al pedido que había hecho el fiscal Andres Gómez Ríos, quien solicitó una condena a cuatro años de prisión efectiva por la gravedad del caso.

El fiscal había tomado en cuenta que las amenazas también estaban dirigidas a las hijas del matrimonio, de 10 y 11 años. El viernes próximo se iban a conocer los fundamentos de la decisión de la jueza. Gómez Ríos, según adelantaron las fuentes judiciales, tiene previsto apelar esa sentencia e insistir con una condena de prisión efectiva. Las únicas condiciones que la jueza le puso a Weber fue que “se abstuviera de tomar contacto con su ex esposa, que hiciera un tratamiento psicológico y que realizara 80 horas de trabajo comunitario”. La magistrada, incluso, absolvió al hombre de las acusaciones por supuestas intimidaciones a sus dos hijas menores de edad.

La agresión ocurrió ayer, a las 8.15, en la puerta de la escuela pública Manuela Pedraza, en Malabia 2272, a tres cuadras del Jardín Botánico. La mujer llevó a sus dos hijas al colegio, en la reanudación del ciclo lectivo tras el receso de invierno. Cuando se iba del edificio, fue atacada por el hombre, que la había estado esperando en la vereda de enfrente. El hombre tenía un diario bajo el brazo y una bolsa de papel en la que habría tenido escondido el revólver calibre 32 que usó para atacar a su ex esposa.

La víctima, que recibió dos impactos de bala, uno de ellos en el tórax, pudo reincorporarse y pidió ayuda en el colegio. Ella había reconocido a su ex marido. También lo hicieron otras madres, presentes en el lugar, que conocían a Weber. El titular de la Comisaría 23, Víctor Pellegrini, coincidió en que el hombre fue “directamente a agredirla, no hubo ningún diálogo ni discusión previa”.

Pellegrini comentó que la mujer les dijo que “ella había abandonado el hogar cansada de la violencia de su marido. También se quejó porque la Justicia, a pesar de las denuncias realizadas, no había hecho nada para protegerla”. La víctima fue llevada al Hospital Fernández, donde quedó internada. Una de las balas le fracturó una costilla.

El director del SAME, Alberto Crescenti, agregó que la víctima “está compensada y se encuentra internada en una sala común”. Confirmó que “recibió un balazo en una costilla que le provocó una fractura y otro que le atravesó el hemitórax izquierdo. Ahora se encuentra estable”.

Fuentes del Ministerio de Educación porteño informaron que el ataque produjo conmoción en el colegio. Por esa razón, el supervisor escolar de la zona, Julio Ledesma, acompañado por un equipo de orientación escolar, compuesto por psicólogos y trabajadores sociales, concurrió a la escuela “para dar contención a los alumnos y a toda la comunidad educativa”.

Cuarenta años de silencio (*)

Publicado en La Nación. "Noticias de Exteriores".
Domingo 01 de Agosto de 2010
.
Por Brenda Struminger. bstruminger@lanacion.com.ar
De la Redacción de lanacion.com

Un grupo de coreanas abusadas por soldados japoneses durante la guerra del Pacífico encabeza una protesta para exigir que el Estado nipón asuma su responsabilidad; miles de mujeres callaron por "pudor" durante décadas el sometimiento sexual al que fueron sometidas

Kang Il-chul tiene 76 años. Junto a varios representantes de organizaciones de Derechos Humanos se reúne todos los miércoles con sus compañeras frente a la embajada de Japón en Corea del Sur. Vestidas de amarillo para distinguirse de los transeúntes, desde 1991 piden al Estado japonés el reconocimiento de su responsabilidad legal por los crímenes sexuales cometidos contra miles de mujeres que, como ellas, fueron secuestradas y trasladadas a "Estaciones de Consuelo" que funcionaban en los campos de batalla, durante la Guerra del Pacífico (1937-1945).

Allí, las entonces adolescentes de entre 12 y 20 años vivieron encerradas y fueron abusadas sistemáticamente por soldados nipones. Según la Fundación de Historia de Asia del Este existen marcadas disidencias en cuanto a la cantidad de mujeres forzadas: las cifras oscilan entre 40.000 y 200.000. Muchas murieron, y las que sobrevivieron se refugiaron en el silencio durante décadas.

Denominadas de diferentes formas, el término más utilizado en Corea para referirse a ellas es "mujeres de consuelo"; el mismo que empleaban los soldados japoneses que las abusaban durante la guerra. Actualmente, hay consenso entre los organismos de derechos humanos en la utilización del término "esclavas sexuales" para aludir a estas mujeres y no referirse al "consuelo", dado que este término tiene una connotación positiva y no representa las violaciones sexuales reiteradas a las que fueron sometidas.

Las coreanas no fueron las únicas que sufrieron esos vejámenes. Taiwanesas, filipinas, malasias, vietnamitas, chinas, e incluso europeas, fueron secuestradas para el mismo fin. No existen cifras exactas sobre la cantidad de mujeres de cada nacionalidad, pero en varias latitudes del este asiático se producen protestas que rememoran lo sucedido y bregan por el reconocimiento por parte del estado japonés.

En Corea del Sur, varias de ellas viven juntas en la Casa del Compartir , organizada por agrupaciones budistas y diversos movimientos sociales para brindar apoyo y contención a las víctimas de la esclavitud sexual. Muchas protestan frente a la embajada, siempre que su salud se los permita, mientras que otras prefieren no participar en la manifestación.

Lamentable silencio

Alejandro Kim, historiador argentino becario del Conicet y especializado en historia de Corea, su país de origen, subraya un punto crucial en los hechos sucedidos durante la guerra: la violación sistemática de los derechos humanos contó con apoyo estatal. "Fue avalado, programado, organizado y controlado por autoridades del Estado", precisó. Sin embargo, a pesar de su envergadura, la cuestión no salió a la luz hasta 1991. "Las mujeres coreanas guardaron el silencio durante décadas, por pudor. Por razones que tienen que ver con la cultura de la mujer en Corea, ocultaron lo que les había pasado durante años en su juventud", explicó.

Las jóvenes asiáticas de mitades de siglo XX ocultaron su experiencia incluso a sus propias familias, conviviendo con esos recuerdos en silencio. Tuvieron que pasar 46 años desde el fin de la guerra hasta que Kim Hak-Soon hizo la primera declaración pública. "En 1991, la abuela Kim había cumplido 63 años y decidió que era mejor hablar de su experiencia. La siguieron muchas más, y este año se celebró la protesta número 900", señaló el historiador. Según explica, siempre hubo una leyenda sobre lo sucedido. "Se hablaba del tema, pero no se podía probar porque en esa época no se habían descubierto los documentos que se revelaron después", dijo con respecto al período comprendido entre 1945 y 1991.

Memoria en el mundo

Seon Mi es coreana, vive en Seúl y trabaja en el Consejo Coreano para las Mujeres Reclutadas para la Esclavitud Sexual por Japón , una entidad que se dedica a la consecución y el apoyo de las demandas de las esclavas sexuales. A través de un email enviado a lanacion.com, describió cuáles son los objetivos de la movilización hoy: "El tiempo transcurrido de lucha está haciendo un cambio gradual en la sociedad, y mucha gente aprende los valores de la paz y los derechos humanos de estas mujeres a través de las manifestaciones. Los sobrevivientes ahora claman por su dignidad y sus derechos humanos y van hacia donde puedan dar verdad a la gente", reflexionó.

En el ámbito internacional, varias naciones se han adherido a la causa de las "abuelas" coreanas, como son llamadas en referencia a su avanzada edad. El congresista demócrata norteamericano de ascendencia japonesa Michael Honda presentó en 2007 una resolución donde proponía al gobierno japonés que pidiera perdón formalmente y reconociera su responsabilidad en la tragedia que sufrieron las esclavas sexuales a manos del ejército imperial durante la Segunda Guerra Mundial.

Aunque en 1992 el secretario de gabinete japonés Kato Koichi admitió y se disculpó por el involucramiento de las fuerzas armadas japonesas en la cuestión, y su sucesor Kono Yohei hizo lo mismo el año siguiente, el gobierno de Japón no asumió la entera responsabilidad legal. En los años subsiguientes, en diferentes declaraciones contradictorias entre sí, los hechos fueron negados, y luego relativizados. A pesar de la presión internacional, nunca se produjo una disculpa formal de parte de un Primer Ministro Japonés oficialmente, ni hubo indemnizaciones económicas para las víctimas. Kim aclaró que las "abuelas" no buscan dinero: "El pedido de indemnización es moral, y la parte económica es simbólica. No quieren una casa nueva, quieren justicia", aseguró.

Seon Mi consideró que los movimientos de Derechos Humanos son importantes para mantener viva la memoria y no permitir que crímenes de este tipo vuelvan a ocurrir. "Esta lucha nunca es fácil, pero no tenemos que perder la esperanza en obtener verdad y justicia", observó. Sin embargo, Kim cree que en Corea podría hacerse más al respecto. Para el historiador, no existe en esa sociedad un nivel de consenso social tal que obligue a su gobierno a actuar en la forma que debería. "En la Argentina tenemos designado el 24 de marzo como Día de la Memoria, y esto no existe en Corea. Por eso creo que en cuanto a temas de verdad y justicia, la Argentina da buenos ejemplos."

(*) Información enviada por el Prof. Alejandro Inchaurregui.
El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias agradece su colaboración
.

lunes, 2 de agosto de 2010

"Gineco-abuso": Diez pautas para estar alerta. (*)

En los últimos años, la Colectiva Feminista La Revuelta recibió una sucesión de relatos y denuncias de situaciones similares de abuso en los consultorios que fueron registradas e inspiraron las 10 pautas que promueve la ONG para informar a las mujeres de lo que no puede hacer un médico ginecólogo:

1. Comentarios sugerentes acerca del cuerpo.

2. Miradas intencionadas a determinadas partes del cuerpo.

3. Contacto físico inadecuado (roces, caricias, manoseos).

4. Revisaciones y obtención de fotos de partes corporales que no son necesarias para hacer el diagnóstico por el que se consulta.

5. Demostrar excesivo interés por la vida sexual de la consultante.

6. Chistes y comentarios sexuales ofensivos, desubicados o humillantes.

7. Invitación a tomar un 'cafecito' cuando estás desnuda.

8. Frotación en partes íntimas indagando sobre 'tu punto' con supuesto interés médico.

9. Propuestas para que te masturbes en la camilla.

10. Propuestas de relaciones sexuales mediante extorsión emocional hasta llegar a la violación.


(*) Información enviada por la Dra. Virginia Berlinerblau,
médica forense.

Violaciones y Abusos a Niños, Niñas y Adolescentes

1. La estadística evidencia que las violaciones y los abusos a niños, niñas y adolescentes se producen en el hogar y son realizadas por familiares, conocidos o amigos cercanos.

2. Advierta a los niños de su familia que su cuerpo solo le pertenece a él o a ella y que ningún adulto puede molestarlo/a con caricias y/o acercamientos que la criatura no desea y aún rechaza.

3. Manténgase alerta si debe dejar a sus niños o niñas al cuidado de vecinos.

4. La mejor defensa contra el abuso y las violaciones reside en niños y niñas informados/as y advertidos/as.

5. No descuide la educación sexual de sus hijos e hijas en un mundo en el cual los riesgos de ataques sexuales son mucho más frecuentes de lo imaginado.

VIOLACIONES: ¡No temas denuncias!

Víctimas de violaciones:

1) Recurra a la comisaría más cercana.

2) La Policía Federal Argentina llamará inmediatamente a la Brigada Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Sexual, la cual se encuentra integrada por una psicóloga y una trabajadora social, que depende del Programa Las Víctimas Contra Las Violencias.

3) La Policía Federal Argentina no realizará ningún interrogatorio a la víctima.

4) Solamente nosotras, las profesionales entrenadas en la temática, conversaremos con la víctima y la llevaremos al hospital.

5) Después de una violación no deberá bañarse hasta que el médico especializado retire las pruebas y/o evidencias (restos de semen) para identificar al violador.

6) En el hospital le suministraran la píldora del día después y la medicación necesaria por una posible infección de VIH/ SIDA.

7) SIEMPRE ESTARÁ ACOMPAÑADA POR LAS PROFESIONALES DE LA BRIGADA MÓVIL DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL QUE PERTENECE AL PROGRAMA LAS VÍCTIMAS CONTRA LAS VIOLENCIAS.

8) Es importante mantener la denuncia para detener al violador.

9) Cuando el Juez le solicite que identifique al violador en la pantalla de la computadora policial estará acompañada por las profesionales de la Brigada Móvil.

10) Si no lo reconoce en la pantalla, se realizará un identikit siguiendo sus instrucciones para poder localizar al agresor.

11) Gracias a las denuncias realizadas se ha podido detener a violadores seriales.

12) El equipo profesional de la Brigada Móvil del Programa Las Víctimas Contra Las Violencias hablará si es necesario con los familiares de la víctima para explicarles que ésta no ha tenido ninguna responsabilidad y que el único que merece sanción es el delincuente.

Entrevista a Eva Giberti: La mayor autoridad argentina en adopción

"En Misiones, cuando fui a trabajar hace dos años, había 120 padres inscriptos y unos 300 chicos habían sido entregados ese año a familias de Buenos Aires"

Publicado en Diario MIRADAS al SUR. "Políticas".
Domingo 25 de Julio de 2010.
Por Diego Rosemberg. drosemberg@miradasalsur.com

Eva Giberti es, quizá, la mayor autoridad en adopción de hijos en la Argentina. Tras una extensa carrera en el campo del psicoanálisis y el estudio de la familia como institución, acaba de publicar el libro Adopción en el siglo XXI: leyes y deseos y es presidente del Consejo Asesor del Registro Único de Aspirante a Guarda con Fines Adoptivos, un organismo relativamente nuevo que intenta, entre otras cosas, crear una red de información para evitar que tanto los chicos en situación de adopción emigren de sus lugares de origen como que las familias interesadas recorran el país en busca de niños en condiciones de ser adoptados. En este extenso diálogo con Miradas al Sur, Giberti recorre los principales problemas que presenta un tema que interpela los valores sociales, las políticas de Estado y el funcionamiento de la Justicia.

– ¿Por qué opina que el Estado tiene escasa presencia en el tema de adopción?
– En la década del ’90 se produjo un fenómeno de tercerización y aparecieron las agencias de adopción, mal llamadas ONG porque cobran a los que quieren adoptar para crearles la carpeta que necesitan presentar en los juzgados. Esa carpeta contiene entrevistas psicológicas y psicosociales. Es la que después llevan a los juzgados de las provincias para que los jueces que tienen niños en disponibilidad de adopción las evalúen. Esa carpeta suele costar entre cinco mil y diez mil pesos. La cifra también incluye los cursos que les daban a esos padres, que en realidad pasaron a ser clientes. Hace unos días, por suerte, en la Ciudad se prohibió que estas organizaciones realizaran las carpetas, ahora sólo pueden dar cursos.

– ¿Cuál era la ventaja que esta carpeta la hiciera una agencia en vez de un juzgado?
– Estas agencias, algunas muy ligadas a instituciones religiosas, tienen contactos muy directos con jueces del interior que privilegian a las familias que quieren adoptar que llegan a través de estas organizaciones por sobre el orden de antigüedad. Se basan en el decreto 1022 que confiere al juez derecho discrecional a elegir a qué familia entrega al chico basándose en el interés superior del niño. Esto hace que una familia que recién armó su carpeta pueda adoptar y una que la hizo hace cinco años continúe en la espera. Después hay otras situaciones muy particulares: en Misiones, por ejemplo, se toma contacto con una madre de origen, a través de un estudio de abogados –por lo menos hay tres que se dedican al asunto– que tienen marcadas a las mamás que no quieren o no pueden hacerse cargo de su nuevo hijo. Estos abogados cobran por hacer el contacto. Cuando el niño nace, se presentan las dos familias ante el juez y la madre del chico le dice que quiere entregarle el bebé a esa otra familia que ni siquiera conoce. El juez concede la guarda provisoria y al tiempo la adopción. Esta relación está fuertemente regulada por las posibilidades económicas, no sólo porque hay que pagar al estudio de abogados, sino porque hay que viajar a Misiones, quedase allí el tiempo que el juez lo disponga... es un tipo de adopción legal pero no es legítima.

– ¿Qué le quita legitimidad?
– Esa criatura no es cedida de acuerdo con un orden de prelación, el trámite no respeta el número de orden, se saltean a todos los que están antes, y es uno de los motivos por los que se acumulan otras familias que esperan durante años para poder adoptar. Además, la ley indica que lo prioritario para un chico es no salir de su región. En Misiones, cuando fui a trabajar hace dos años, había 120 padres inscriptos para adoptar y unos 300 chicos habían sido entregados ese año a familias de Buenos Aires. La idea del nuevo registro es que un juez privilegie a las familias de su región, si no consigue adoptantes allí entonces sí recurra a los de las otras provincias. Hasta ahora, la lógica del mecanismo dice que si tengo disponibilidad económica puedo garantizarme una criatura.

– ¿Los que utilizan este sistema dicen que lo hacen porque de otra manera tendrían que esperar mucho tiempo?
– La demora no tiene que ver con la burocracia. El estudio de una familia lleva seis meses, ocho como mucho. La demora es porque no aparecen las criaturas porque se van a otro camino: porque un juez se lo entrega a organizaciones amigas, porque la gente viaja a la provincia y se viene con un chico que debería ser entregado según el orden de la lista o por los que adoptan a través de las guardas puestas.

– ¿Qué son las guardas puestas?
– Las guardas puestas las recomiendan, desgraciadamente, algunos estudios jurídicos. Consiguen a una chica que no quiere tener a su criatura y está dispuesta a dársela a una familia. Es un sistema que trabaja con reclutadoras y reclutadores, porque no es fácil andar cruzándose con mujeres embarazadas que no quieran tener a su hijo. Cuando el bebé nace, se lo dan a la familia que quiere adoptar. Lo cría durante un año y después se presenta en el juzgado solicitando la guarda. El juez no se atreve a sacarle el chico, aunque sepa que la adopción es irregular. Tiene miedo a que los psicólogos lo acusen de generarle un trauma o que caiga un canal de televisión y arme un escándalo. Entonces otorga la adopción. A diferencia del caso anterior, acá no interviene el juez hasta el año del chico. Los adoptantes tratan con abogados y reclutadores que se quedan con el dinero que cobran por contactarlos con la parturienta.

– ¿El juez puede quitarles el chico sin ocasionarle un trauma?
– Pensar que se le va a generar un trastorno que lo va a transformar en un psicótico es un grave error, producto de la indigestión psicoanalítica de mis colegas. Se va a producir una situación traumática porque primero pierde a su madre de origen y después lo sacás de la familia que lo crió durante un año. Pero la situación traumática no equivale a un diagnóstico definitivo de neurosis o psicosis. A medida que pasa el tiempo aparecen procesos que te recolocan en el mundo de una manera distinta, sino significaría que el resto de tu vida no tiene peso. Una situación traumática al año es mucho menos grave que ser criado por una familia que empezó su vida trampeando a la ley y riéndose de los jueces. ¿Cómo le va a explicar su origen a los chicos cuando crezcan? Van a empezar diciendo que arreglaron con la mamá de origen desde que estaba en la panza y es mentira, arreglaron con los abogados.

– También se suele hablar de tráfico de chicos.
– El tráfico ya no sólo que no es legítimo, sino que es ilegal. Directamente el reclutador está en contacto con una partera y le da la criatura a la familia que la anota como propia. Eso es sustracción de identidad y salta en la adolescencia, cuando el chico quiere saber cuál es su origen y ya no hay forma de volver atrás, no existen papeles.

– Así como identificó a Misiones con el sistema de adopción directa, ¿se puede determinar algún distrito en particular donde abunda el tráfico?
– No es que sepamos, pero sospechamos de algunas provincias del norte.
Muchas de las familias que esperan por adoptar se preguntan cómo puede ser que no haya niños en disponibilidad de adopción con la cantidad de chicos que están institucionalizados.
Es un argumento ultraválido. Pero acá otra vez tenemos que considerar el accionar de los jueces. Hay chicos que están en las instituciones y reciben la visita de su madre o su padre cada seis meses, que es el plazo que establece la ley para no perder la patria potestad. Pero un juez podría considerar que hay negligencia y quitarle la patria potestad y poner a la criatura en manos de una familia adoptante. Algunos consideran que eso es judicializar la pobreza. Yo creo que hay que analizar caso por caso, porque de esta manera un chico está desde los tres años hasta los ocho en un instituto pudiendo haber estado con una familia. Después hay otra cosa, las instituciones cobran por cada chico que reciben, no es mucho pero se sostienen con eso. Y a veces no denuncian que a los chicos no los van a visitar para seguir cobrando. Hay que tener en cuenta el interés superior del niño, que es que lo saquen de la institución. Diferente es el caso de los chicos en situación de calle, porque todos ellos tienen un padre y una madre, a cuyo ámbito vuelven con lo que consiguieron trabajando en la vía pública. Entonces no están en situación de adoptabilidad.

– ¿Por qué casi todas las familias adoptantes sólo quieren a recién nacidos?
– Es un grave error. Pero también es comprensible cuando argumentan que les va a instalar una nueva historia de vida en la casa. Ese chico pudo haber estado institucionalizado, pudo haber tenido un padre preso, y hay que saber respetar cuidadosamente esas historias. Por eso no cualquiera puede adoptar. Tiene que tener sentido del humor, tolerancia, paciencia y respeto de esa vida previa. No hay que pretender que el hijo se nos parezca, hay que ahijarlo, ayudarlo a sobrevivir. Y saber que puede haber tropiezos. Los chicos por ahí tienen costumbres de barrios populares, diferentes a las de los adoptantes. Si van a adoptar a un chico de cinco años y lo quieren poner en un colegio inglés, es probable que tenga problemas. No es que haya que aplastarlo pero sí darle una educación que tenga que ver con sus orígenes. Hay que generarle intereses que no tiene, pero también respetarle los propios.

– Usted dijo que hay jueces de fuerte raigambre religiosa, ¿el sistema está abierto para dar en adopción chicos a matrimonios igualitarios?
– Progresivamente ya se van entregando cada vez más a familias monoparentales. En general, entregan chicos a partir de tres años. Pero con matrimonios igualitarios veremos qué sucede. Pero si ya hay jueces que se niegan a casar homosexuales el panorama no es muy alentador. Lo que los chicos precisan son personas tutelares, que se comprometan a criarlos y protegerlos, no importa el género que tengan. Nunca he visto patologías específicas en chicos criados por homosexuales, pero sí molestias en el mundo externo.

– ¿Por ejemplo?
– En la escuela o en el jardín de infantes, que a un hijo de heterosexuales no lo dejan ir a la fiesta de cumpleaños de un compañero porque es criado por homosexuales. El problema no es de la pareja ni del chico, sino de la sociedad que tendrá que irse dando cuenta de que las familias no son lo que dicen los libros, sino que son de distinta índole y responden a distintos cánones.


Un registro único para evitar arbitrariedades

El Registro Único de Aspirantes a Guardas con Fines Adoptivos va, poco a poco, recobrando su rumbo. Había nacido con escasa fortuna en 2005, con el objetivo de hacer un listado nacional que incluya a todos las familias que desean adoptar hijos y fijar un orden de prelación, según la antigüedad de la inscripción. Sin embargo, la mayoría de las provincias no adhirió al proyecto, que quedó agonizando. En octubre del año pasado, un decreto redefinió las funciones del organismo y le permitió revivir.

El proyecto original no había logrado consensos porque las provincias consideraban que avasallaba su autonomía y que dejaba de lado a la Convención de los Derechos de los Niños/as y Adolescentes que establece que debe respetarse el lugar de origen de un chico. “Ese registro implicaba que la mayoría de los niños sean adoptados por gente de Buenos Aires, donde se encuentra la mayor cantidad de aspirantes y que los chicos abandonen sus lugares de nacimiento. Un chico de Jujuy podía terminar en Santa Cruz”, explica Federica Otero, directora del nuevo Registro.

La nueva disposición ya no habla de un registro único, sino de una red de registros provinciales. Cada uno mantiene autonomía y fija un orden de prelación para su propio distrito. Si existe el caso de un niño con posibilidades de ser adoptado y no hay familias en condiciones de hacerlo en esa provincia, entonces sí busca en los listados del resto del país.

“Este registro nos permitirá evitar que las familias que desean adoptar deambulen por el país llevando su carpeta, que se respeten los derechos del niño y que tengamos información fidedigna, hasta ahora inexistente”, señala Otero.

Por el momento, nueve provincias ya adhirieron a la red. Unas 1.400 personas que quieren adoptar ya se incorporaron a la base de datos y otras 3.000 –pertenecientes a la provincia de Buenos Aires– están por incorporarse. De ellas, el 90 por ciento desea un bebé menor a un año, el 66 por ciento aceptaría un chico de tres y apenas un 15 por ciento un chico de seis. Sólo un uno por ciento desea criar a un chico que ya cumplió los diez años. Además, nada más que un tres por ciento de los aspirantes adoptaría a un chico que pudiera mantener algún vínculo con su familia de origen y un uno por ciento aceptaría a niños con patologías complejas.