El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con la coordinación de la Dra. Eva Giberti, tiene como finalidad principal poner en conocimiento de la víctimas cuáles son sus derechos para exigirle al Estado el respeto de los mismos y la sanción de las personas violentas que la hayan agredido. De este modo, se busca que la víctima supere su pasividad y reclame por sus derechos.

miércoles, 3 de julio de 2013

"Como el infierno, en Tucumán"

EMPIEZA EL JUICIO POR EL CENTRO CLANDESTINO ARSENAL MIGUEL DE AZCUENAGA. Mañana comenzará el proceso oral contra 41 acusados, entre ellos un cura, que abarcará a 97 víctimas. En ese centro clandestino se aplicaron torturas brutales. Antonio Domingo Bussi participó de fusilamientos en ese lugar. 

Publicado en Página/12. 
"El País". 02.05.2012 

El Arsenal Miguel de Azcuénaga fue el centro clandestino de detención y exterminio de seres humanos más grande del noroeste argentino. Y uno de los más brutales del país. Ubicado a la orilla de la Ruta Nacional 9, en Tucumán, los prisioneros eran sometidos al sistema de “enterramiento”, “pozo” o “arbolito”: enterrados desnudos en un pozo cavado en la tierra, con la tierra mojada para compactarla y sólo la cabeza afuera. El pozo provocaba pérdida absoluta de manejo del cuerpo, grandes dolores, calambres e infecciones en la piel y muchas veces muerte por tétanos. También se aplicó allí el “arrastre”, un método por el que ataban a los prisioneros a un tractor para arrastrarlos por el suelo irregular plagado de espinas. Los colgaron de ganchos. Algunos sobrevivientes lo llaman “un pedazo del infierno”. Los represores hicieron fusilamientos y enterramientos en fosas comunes de personas aún con vida. Mañana, ese “pedazo del infierno” empezará a ser relatado judicialmente por primera vez en esa provincia, en el marco del juicio oral con 41 acusados en el banquillo.

El juicio oral que empezó en noviembre del año pasado en Tucumán concluyó la etapa de revisión de los crímenes de la Jefatura de Policía, uno de los dos espacios represivos que componen las causas de este debate. A partir de mañana, 97 víctimas, entre ellas sobrevivientes y familiares de desaparecidos, empezarán a reingresar a ese espacio. “Hasta ahora los galpones en los que funcionaron los centros clandestinos están casi intactos”, dice el fiscal Pablo Camuña que con Pablo Agustín Rovira ejercen la acusación. “Hay una fuerte evidencia de lo que pasó, pero hasta ahora nada de esto fue rozado por los testimonios judiciales –explica–, esto sigue siendo una realidad que existe sólo en el plano de los papeles, en las reconstrucciones de los peritos, en los testimonios. Con Jefatura de Policía ya hicimos la reconstrucción en la primera etapa del juicio, ahora estamos ansiosos porque empiece a pasar acá.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario