El Programa Las Víctimas Contra Las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con la coordinación de la Dra. Eva Giberti, tiene como finalidad principal poner en conocimiento de la víctimas cuáles son sus derechos para exigirle al Estado el respeto de los mismos y la sanción de las personas violentas que la hayan agredido. De este modo, se busca que la víctima supere su pasividad y reclame por sus derechos.

martes, 25 de junio de 2013

"Un sacerdote que sigue impune"

EL CASO DE ALDO VARA, ACUSADO POR CRIMENES DE LESA HUMANIDAD. Vara fue capellán auxiliar del Cuerpo V y tuvo un rol protagónico junto a los represores. Los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzani pidieron su detención e indagatoria, pero el juez federal de Bahía Blanca Santiago Martínez rechazó la solicitud. 

Publicado en Página/12. "El País".
07.04.2013

La Justicia de Bahía Blanca se resiste a investigar a los sacerdotes que actuaron al servicio del terrorismo de Estado. El ex capellán Aldo Omar Vara admitió en 1999 que supo de las torturas en el centro clandestino La Escuelita y que vio las secuelas de la picana sobre el cuerpo de jóvenes secuestrados en el Batallón de Comunicaciones 181. El entonces fiscal general Hugo Cañón pidió su imputación pero la Cámara Federal se la negó. Trece años después, el tribunal que condenó al primer grupo de represores del Cuerpo V de Ejército –integrado por jueces foráneos porque sus pares bahienses no daban garantías de imparcialidad– tomó nota de los testimonios sobre Vara, consideró probada su “culpabilidad” en secuestros y torturas, y ordenó que se lo investigara en primera instancia. Los fiscales federales José Nebbia y Miguel Palazzani desmenuzaron las pruebas contra el ex capellán, a quien caracterizaron como un agente de Inteligencia que sólo por su técnica se diferenciaba de los militares, y pidieron su detención e indagatoria. El juez federal Santiago Martínez rechazó el pedido con cuatro palabras: “No surgen elementos suficientes”.

Vara fue capellán auxiliar del Cuerpo V entre 1971 y 1979 y es el único sobreviviente de los religiosos que tuvieron un rol protagónico junto a los represores del comando bahiense. En los últimos años murieron impunes el ex arzobispo Jorge Mayer, que llegó a bendecir medallas de torturadores hoy condenados; su segundo Emilio Ogñenovich, quien en 1976 justificó que “los profetas de una moral sin Dios están recogiendo las consecuencias lógicas”; y Dante Inocencio Vega, el capellán del Cuerpo V que durante la dictadura admitió ante madres de secuestrados que sus hijos estaban en La Escuelita y en democracia juró por la Biblia no conocerlas.

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